Resumen |
A lo largo de los últimos años, la voz cálida y alegre de Jaime Barylko se convirtió en una consejera sabia y cercana para muchos padres que están intentando criar hijos más o menos felices en el mundo contemporáneo. Los años pasan pero los adultos están cada vez más desorientados. Los factores externos que intervienen en la educación aumentan: la televisión, la computadora, Internet, las clases extras, la calle, el boliche, los viajes de estudio y muchos más. Y la libertad que nació como una bondad hoy amenaza con convertirse en un vacío sofocante. Por eso, más que nunca, los hijos requieren padres con convicciones y valores que, si bien pertenecen a otra generación, puedan confrontarse y dialogar con los actuales. Necesitan padres que estén disponibles, porque no hay hijos si los padres se esfuman. Así como no hay juventud si los mayores se disfrazan de menores. |